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¿Qué puedo esperar de mi primera visita al psicólogo?

Llevas dándole vueltas un tiempo a la idea de acudir al psicólogo. No te sientes bien, hay algunos problemas en tu vida que te angustian y eres consciente de que necesitas ayuda. Sin embargo, nunca has visitado a un profesional y te da algo de reparo acudir a consulta ya que desconoces lo que te vas a encontrar.

Déjame decirte que esto que te ocurre es completamente normal. En general, la salud mental está rodeada de cierto estigma y la profesión del psicólogo empapada de muchos mitos equivocados. Esto hace que dar el paso de descolgar el teléfono para una primera cita se nos haga complicado. ¿Qué ocurrirá cuando llegue? ¿Tendré que contarle toda mi vida a un desconocido? ¿Y si no sé explicar lo que me pasa? ¿Pensará que soy raro o que estoy loco?

La lista de preguntas puede ser bastante extensa, pero aquí te voy a despejar algunas dudas frecuentes para darte un poco de calma y ayudarte a tomar la decisión.

¿Qué tendré que contarle al psicólogo en la primera consulta?

Ante todo, un psicólogo nunca te presionará para que hables de algo que tú no quieres. El respeto al paciente es una máxima, de forma que esa primera entrevista nunca se parecerá a un interrogatorio. Más bien, imagínate el encuentro como una conversación distendida entre dos personas. El profesional tratará de conocer datos básicos sobre las esferas principales de tu vida (familia, trabajo, salud, relaciones sociales…) y sobre el propio motivo de consulta, pero no tendrás que contarle todos los detalles ese día. Más adelante la información se irá matizando. Además, debes tener la tranquilidad de que la información compartida es totalmente confidencial, ya que los psicólogos deben guardar secreto profesional.

¿Y si no sé explicar lo que me pasa?

No tienes por qué saber con exactitud qué es lo que te pasa. De hecho, desconocer el motivo concreto del malestar es lo más común. Normalmente, cuando vamos a terapia es debido a que muchas cosas se han ido colando en nuestra mochila. El peso empieza a ser difícil de cargar y todo lo que nos preocupa se acaba enredando. En este sentido, el espacio terapéutico es el sitio ideal para poner orden e ir desenredando esos nudos con cariño y paciencia. En conclusión, si no sabes qué te ocurre exactamente, el psicólogo será una figura clave para ayudarte a descubrirlo.

¿Puedo ir al psicólogo aunque mi problema no sea grave?

¿Qué entiendes por grave? Muchas veces tenemos interiorizada la idea de que la ayuda psicológica está reservada para ciertos tipos de malestar o para personas con algún tipo de diagnóstico psicopatológico. Sin embargo, no hay malestar de primera y segunda clase. Cuando una persona siente que algo no va bien, siempre será bien recibida en la consulta. Es entonces cuando se tratará de comprender qué es lo que ocurre y dónde se encuentra la raíz de dicho malestar. Muchas veces minimizamos nuestro dolor, lo escondemos, sin darnos cuenta de que tenemos derecho a sentirlo y expresarlo. 

¿Qué pensará el psicólogo de mí?

Muchas personas se sienten muy preocupadas ante la posibilidad de que el psicólogo las juzgue por aquello que compartan. En este sentido, es importante aclarar que el espacio de terapia siempre trata de acoger a las personas en un clima libre de juicios, con aceptación incondicional y respeto. Es cierto que en la vida nos relacionamos desde muchos roles (madre/padre, hijo/a, pareja, amigo/a…) y esto muchas veces lleva a nuestros allegados a emitir algunos juicios cuando mostramos nuestro sentir. Sin embargo, el terapeuta siempre procura construir un lugar en el que se parta de cero, sin filtros ni caretas, donde la persona pueda ser ella misma.

¿Y si no me siento cómodo/a?

El profesional de la psicología tratará siempre de crear un espacio cálido en el que acoger al paciente de la mejor manera posible. Sin embargo, cabe la posibilidad de que te vayas de ese primer encuentro con algunas dudas sobre si es el profesional que buscas. Aunque a veces lleva tiempo formar un vínculo totalmente confiable entre la persona y el terapeuta, tus sensaciones son muy importantes. Recuerda que si no te sientes plenamente cómodo siempre estás en tu derecho de hacérselo saber al profesional. Si crees que no es tu sitio, por supuesto puedes abandonar la terapia y buscar otro profesional que se adapte mejor a lo que buscas.

La probabilidad de que esa primera sesión vaya bien aumenta cuando hemos hecho una buena búsqueda para encontrar psicólogo. Actualmente hay numerosos profesionales de la salud mental que brindan sus servicios, pero eso no significa que todos ellos sean adecuados para acompañarte.  Te cuento algunos consejos para elegir de la forma más acertada posible:

  • Asegúrate de que es psicólogo: Puede parecer una obviedad, pero en el ámbito de la salud mental hay mucho intrusismo. Por ello, es fundamental que acudas a una persona con una licenciatura o grado en Psicología. Además, si buscas un psicólogo que pueda realizar terapia psicológica este también deberá estar colegiado y contar con formación de posgrado que le habilite como sanitario.
  • Fíjate en su especialización: No todos los psicólogos saben de todo. Generalmente, los profesionales se van especializando en algunas problemáticas o tipos de terapia. Trata de buscar a alguien que conozca bien el problema que te lleva a consulta.
  • Busca opiniones, pero no te guíes solo por ellas: Las opiniones son muy subjetivas, y más en lo que refiere a la salud mental. Un profesional que ayuda a una persona puede no ser de tanta ayuda para otra. Preguntar a tus allegados o ver reseñas en Google puede orientarte, pero no dejes que esto sea lo único que dicta tu decisión.
  • Investiga su papel más allá de la consulta: Los psicólogos más actualizados suelen hacer algo más que atender a sus pacientes en consulta. Puede que realicen tareas de divulgación, quizá publiquen artículos científicos, formen parte de algún comité o asociación, lleven a cabo labores de docencia, etc. Esto son “plus” que dan cuenta de su implicación en su desempeño profesional. 
  • Fíjate en su ubicación y tarifas: Normalmente, el tratamiento psicológico lleva unos cuantos meses. Por eso, es importante que te asegures de que podrás permitirte el gasto por consulta. También es aconsejable vivir no demasiado lejos del espacio si buscas terapia presencial. 
  • Por último y no menos importante, fíate de tu intuición. Las personas nos guiamos por emociones, por lo que aquello que te despierta un profesional ya dice mucho de si podrá ayudarte o no. Busca un psicólogo cuya esencia te resulte atractiva y creas que puede encajar con lo que buscas. 

Ahora que ya hemos resuelto algunas dudas comunes para esa primera consulta, quizá te sientas algo más convencido de pedir esa primera cita 😉

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